viernes, 20 de noviembre de 2009

Ciencia y tecnología presentes en Mérida

La capital del estado Mérida cuenta con una serie de instituciones en materia de ciencia y tecnología que contribuyen con el desarrollo y la independencia científica y tecnología de la región y el país

Elieska Pérez

La vida científica y tecnológica en la ciudad de Mérida, se da gracias a las instituciones públicas y privadas que apoyan las investigaciones científicas, ayudando con el desarrollo y mejorando la calidad de vida de los merideños y los visitantes de esa tierra andina.
Uno de los actuales atractivos a los amantes y entusiastas de la ciencia y la tecnología en la ciudad de Mérida es el Observatorio Llano del Hato, adscrito al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el cual funciona desde 1975 y cuenta con cuatro telescopios de alta definición, el telescopio Gran Refractor, el telescopio Reflector, el Doble Astrógrafo y el telescopio Cámara Schmidt, estos fueron traídos desarmados de Alemania y los encargados de armarlos fueron expertos de ese mismo país y de Venezuela.
Jadelytzeh Salcedo, guía del observatorio, dijo que el telescopio que más se usa por su mayor nitidez y diámetro es el Cámara Schmidt, ya que se pueden observar mejor las nebulosas y las galaxias. Actualmente se está realizando una investigación científica, por medio de la cual se observan cúmulos de estrellas, para estudiar la formación de la vía láctea.
Jadelytzeh Salcedo, guía del observatorio

“Con él se han descubierto varios asteroides, el primero fue en el año 2000, ubicado en el Cinturón de Kuiper, más allá de Neptuno y fue llamado Guyá que significa Diosa de las Lluvias, también descubrieron dos asteroides que se encuentran entre la órbita de Marte y Júpiter, los cuales fueron llamados Mérida y Venezuela”, dijo Salcedo.
Además de los telescopios, el observatorio cuenta con un pasillo de exposición fotográfica, donde se aprecian fotografías de los pioneros del Observatorio Llano del Hato, entre los cuales destacan el doctor Eduardo Röhl, quien comenzó con el proyecto en 1950 y el físico y matemático Francisco J. Duarte, quién concluyó el proyecto en 1975.
Este instituto astronómico en un principio fue planificado para la ciudad de Caracas, pero se estableció en Mérida, específicamente en Llano del Hato, por ser una zona libre de contaminación lumínica y atmosférica, fundamentales para el buen funcionamiento de los telescopios.
Según Salcedo, el observatorio tiene convenios con España, Chile y otros países para realizar estudios científicos, cada año llegan expertos en la materia para investigar el universo y la vía láctea. “La mejor época para realizar estudios y poder observar el espacio, está comprendida por los meses de diciembre, enero y febrero, ya que cuenta con cielos más despejados”, afirmó Salcedo.

Museo de Ciencia y tecnología contribuye con el desarrollo y la educación
Además del Observatorio Llano del Hato, otra institución que atrae los habitantes y turistas de la capital merideña es el Museo de Ciencia y Tecnología, ubicado en el casco urbano de la ciudad, este museo cuenta con varias salas temáticas, entre las que están nuestro hogar la tierra, el mundo en las manos, patos del torrente, jardín del abuelo, ecos del pasado, enigmas de la tierra y la laguna La Rosa, única en la zona metropolitana de Mérida.
Por medio de de maquetas, se muestra la fauna y flora del estado Mérida, especialmente del Parque Nacional Sierra Nevada y sus diferentes picos, así como también los problemas que han tenido por el calentamiento global.
En el Museo de Ciencia y Tecnología cuenta con un área dedicada a la conservación del cuerpo humano y cómo llevar una vida sana y se exhiben maquetas que simulan los movimientos de la tierra, fallas tectónicas y sismos; estatuas de dinosaurios, representaciones de las teorías de la creación del mundo y más de 150 plantas, algunas de ellas en peligro de extinción, por lo que museo tiene una especie de vivero para conservar y producir semillas.
Otro atractivo de este museo es la laguna La Rosa, “Esta laguna estaba tapada por sedimentos cuando estaba la central azucarera en este sitio hace 15 años, es por ello que se cerró la central y se creó el museo, dándole paso a este ecosistema natural, un trabajo hecho por el Ministerio del Ambiente y Fundacite, además la contaminación de la ciudad no le hace daño a la laguna, ya que los sistemas de aguas no tratadas están alejados de la misma”, dijo Humbert Barbosa, guía profesional del museo.

Conservación de la naturaleza
En lo que se refiere a conservación de especies de animales y plantas, los lugares destinados son el Parque Zoológico Chorros de Milla, el Acuario y el Jardín Botánico, los tres están ubicados en la zona metropolitana de la capital merideña.
En el Zoológico Chorros de Milla, se pueden apreciar una cantidad reconocida de especies, divididos en felinos, mamíferos, aves, monos y reptiles, entre las que destacan, el león, el cóndor, el tigre y el oso frontino, quiénes son los animales más admirados por los visitantes, según Danny Sampero, guardia del zoológico.
Oso frontino, Parque Zoológico Chorro de Milla

El Acuario de Mérida, posee varias especies marinas que atraen la atención de los visitantes, además en la entrada hay una sala de exposición de artesanías, representativas de la región.
El Jardín Botánico, perteneciente a la Universidad de Loa Andes, es considerado uno de los mejores y más surtidos del país, por la ubicación y biodiversidad del lugar, fundado en el año 1996 y abierto al público desde el 2000, es calificado como jardín botánico por cumplir con las tres funciones necesarias, parte científica, educativa y recreativa.
Según Joselyn Rivero, este jardín exhibe plantas vivas de todo el mundo y está divido en salas temáticas, como el Bosque Caducifolio Tropical, Selva Nublada y el Bromeliario con 108 especies aproximadamente, esta institución da importancia a la parte científica, con plantas registradas en vías de extinción y estudiantes de Botánica y Biología que hacen estudios con ellas.
El Jardín Botánico de Mérida, tiene convenios con otras instituciones internacionales para el intercambio de plantas y semillas, la más reciente adquisición es la planta de Ginkgo Biloba, oxigenante cerebral, traída desde China. “Es una planta utilizada en la cultura oriental desde hace cinco mil años y fue la única especie que sobrevivió a la bomba nuclear de Hiroshima sin ser contaminada”, dijo Rivero.
La ciencia y la tecnología existente en la capital del estado Mérida, atraen a gran cantidad de personas interesadas en el tema, curiosos y especialmente a estudiantes, que buscan ampliar sus conocimientos en el área científica-tecnológica y así formarse adecuadamente.
Sin embargo, a pesar de ser instituciones de importancia para el desarrollo del país, no se les da el cuidado y la promoción necesaria, por parte de los entes responsables, para introducir la cultura científica y tecnológica en la actual sociedad venezolana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario